Allá por el 1605 llegó a la vida nuestra obra de la literatura más emblemática:
El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha, nuestra incuestionable aportación a la literatura universal escrita por D. Miguel de Cervantes Saavedra.
Tras más de cuatrocientos años fue, es y será una obra vivida, trabajada, comentada y admirada por los grandes literatos, filósofos, historiadores y artistas de toda época. Obra representada por los grandes maestros del arte, da igual en que técnica fuera, movimiento artístico o formato, siempre ha tenido un
hueco para poder ser plasmada por cualquier artista por diverso que fuese el estilo. Tal es así que ha dado pie a ser la segunda obra más traducida del mundo, después de la Biblia, por lo que en cualquier parte del mundo hay un Quijote a nuestra disposición; de esta manera no sólo ha pasado las fronteras físicas, sino las propias del libro también, materializándose en proyectos musicales, cinematograficos y televisivos. Cómo decíamos al principio la gran obra de la literatura universal que ha pervivido a todo y a todos.
Desde Legado Gráfico, como editorial, no hemos podido pasar por alto el encanto del Quijote y, hemos decidido dar nuestro propio homenaje con un estilo muy actual realizado por uno de los considerados mejores ilustradores de Cervantes: D. Felipe Alarcón Echenique. El Maestro Felipe, a través de su cubismo conceptual, ha ilustrado los 10 capítulos que hemos considerado más significativos dentro de la emblemática obra y, mediante la técnica del Grabado han sido estampados. Estos carismáticos grabados vienen acompañados de pequeños párrafos de la obra, narrando todas y cada una de las imágenes representadas. La obra concluida cuenta con una tirada firmada, numerada y certificada notarialmente de 99 ejemplares, por ello, haciendo de ella una auténtica obra de arte con una tirada muy limitada y exquisita para los grandes amantes del Quijote.
Nuestro homenaje quedará grabado para el futuro, con nuestra particular visión de una de pocas grandes obras de la Literatura Universal y…de cuyo nombre no quiero acordarme.
